29 de diciembre de 2017

ENTRADA OBLIGATOIRA 2.5 - SEAMOS CREATIVOS CON LO QUE DESPERDICIAMOS.


"86.000 hectáreas quemadas en los incendios de California. Más de más de 2.000 hectáreas ardieron durante el mes de octubre en Galicia. En 2017 hemos vivido (y seguimos viviendo) el otoño más seco en España de la última década, con una sequía devastadora y unas temperaturas 10º por encima de la media. Los episodios de alta contaminación se repiten en todas las grandes ciudades del mundo.  Aguas contaminadas, especies en peligro de extinción o, por desgracia, ya extintas. Prohibición y trabas para la comercialización y uso de las energías renovables. Aumento del agua del mar y deshielo de los polos. Consumismo y derroche de bienes, de alimentos y de agua. Niños desmayándose en el colegio por las altas temperaturas. Huracanes y tormentas devastadores que no dan tregua a una población empobrecida y sin fuerzas. ¿Parece un argumento malo de la típica película catastrófica hollywoodense, verdad? Pues no. Es nuestro día a día y no nos importa. Son noticia un día y al siguiente es como si no hubiese pasado nada".  

Así comienza mi entrada titulada "Si la Tierra se enfriase" (la podéis leer aquí).  Es una pena saber que estamos destruyendo un país sin hacer nada. Es una vergüenza saber que sólo nos interesa encontrar otros planetas habitables para que, el día que no podamos seguir aquí, marcharnos a destruir el siguiente. Nuestra perspectivas de futuro no son muy favorecedoras, y parece no importarnos pero fingimos que sí. Pero, ¿por qué lo hacemos? Es decir, si no vamos  a cambiar nuestra manera de consumir, de pensar, nuestro estilo de vida, al fin y al cabo, ¿por qué fingimos que nos roba el sueño el calentamiento global? ¿No sería más sencillo seguir como si nada? ¿Menos dolor y más tranquilidad?

A lo que me refiero es a acabar con la hipocresía de sólo preocuparnos cinco minutos al día, o cuando sale algún reportaje en las noticias acerca de este tema. No es un tema para mirar hacía otro lado, para frivolizar sobre él o para preocuparnos por puto postureo. 

Para reducir la contaminación y el tráfico de las ciudades se puede promover el transporte público con tarifas más baratas; promover compartir transporte o promover el uso de las bicicletas. 
Para evitar tirar comida se debería comenzar a hacer campañas para comprar para dos o tres días, en vez de hacer compras grandes para casi un mes; antes de ir a la compra hacer los menús de los próximos días y optar por productos locales, no solo para evitar la contaminación a la hora de transportar dichos alimentos sino, también, para ayudar a la economía local. 

No son soluciones muy creativas, son soluciones obvias. Y como estos ejemplos, tenemos miles para todas las acciones contaminantes que llegamos a hacer a lo largo de un día. 

¿Tanto nos cuesta cambiar detalles en nuestro día a día?

Para finalizar este mes de diciembre (y el 2017) os propongo que os centréis en una actividad contaminante que hagáis con bastante asiduidad: coger el coche a diario, tirar comida, tener el grifo abierto mientras os laváis los dientes... ¡Lo que sea! Y penséis una idea creativa que hacer con esos materiales que estáis desperdiciando. 
Por ejemplo: con la gasolina del coche se podría hacer plástico para hacer un dinosaurio de juguete; el coche podría ser destruido en una película hollywodiense a causa de una bomba mientras el héroe se aleja de manera épica; la comida pudrida podría servir para hacer un bodegón sobre la muerte; el agua podría servir para hacer un té o, con un poco de mala suerte, terminaría siendo parte de una lata de Coca-cola.

¿Se os ocurre alguna idea más?


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